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Nos econtramos en un momento en el que por todas partes nos bombardean con este tema de la digitalización. Hoy parece que todo gira en torno a la digitalización, especialmente en el mundo empresarial. Así que, muchos de vosotros me preguntáis ¿Qué es la digitalización?

En esta entrada de blog no vamos a tratar este tema de lo qué es la digitalización, habrá tiempo en futuras publicaciones para tratar ese tema con el debido detalle. En esta entrada me gustaría centrar el tiro en algo que considero primordial, básico y previo antes de hablar de la digitalización de la empresa.

No quiero decir con ello que estemos en contra de la digitalización, muy al contrario. Siendo una empresa de desarrollo de software de gestión empresarial no sólo no estamos en contra de la digitalización, sino que estamos absolutamente a favor de la digitalización de la empresa, de todas las empresas y en todas las facetas de ésta.

No obstante, sí querría matizar la importancia de la digitalización de la empresa. Por lo menos de esta moda de la digitalización a toda costa. Considero necesario centrar el tema, darle a la digitalización el valor que tiene. La digitalización sólo es un medio, un instrumento, una herramienta. Como toda herramienta sirve para algo concreto, para un trabajo o una operación concreta.

La digitalización no es un fin o un objetivo en sí mismo que deba marcarse la empresa, no es, en definitiva, la panacea de todos los males empresariales. No debemos, por tanto, perseguir la digitalización de la empresa como un fin en si mismo, no podemos errar el tiro y centrarnos exclusivamente en la digitalización.

La digitalización no es más que una herramienta Es, si cabe, la herramienta más completa y, me atrevería a decir, que la más valiosa, para la gestión de nuestro negocio, de su actividad económica, de la producción, de las existencias, de nuestra relación con los clientes, de la administración de la empresa, de la contabilidad, etc, etc, etc.

Ahora bien, como os digo es solo una herramienta. No debemos perder de vista este punto en ningún momento a la hora de digitalizarnos. Así que, partiendo de esta base, de que la digitalización es una herramienta, en lo que nos debemos centrar es en el por qué, para qué, cómo y cuándo digitalizar la empresa, en qué objetivos de gestión empresarial queremos conseguir a través de la digitalización.

Por eso, considero que previa a la digitalización de la empresa, a digitalizar por digitalizar, debemos acometer un primer paso, un primer estadio en el desarrollo de la empresa. Este primer paso es lo que yo llamo, PROFESIONALIZAR LA GESTIÓN EMPRESARIAL.

Esto es, debemos dotar a la empresa de una gestión profesional a la medida de nuestras necesidades, de nuestra realidad económica, de nuestras posibilidades y de nuestros objetivos a corto y medio plazo.

En función de mi experiencia como asesor y consultor empresarial, creo que lo que verdaderamente necesitan, en un porcentaje muy elevado, tanto las PYMEs, como las microempresas es profesionalizar su gestión en el sentido más amplio del término.

Esta profesionalización, implica desarrollar una labor importante de formación de todas las personas que integran nuestra empresa, desde la gerencia y/o la propiedad hasta el último de los trabajadores por cuenta ajena.

En mi opinión, por tanto, la PYME y la microempresa debemos poner el acento en la profesionalización de la gestión antes de enfrentarnos a cualquier proceso de digitalización. Tenemos que dedicar nuestro esfuerzo a  la profesionalización de la gestión.

Hoy en día en la pequeña y la microempresa nos encontramos con un fuerte déficit de formación en gestión empresarial, que implica una falta de profesionalidad en la gestión. Por eso, considero, que cuando las Administraciones ponen el punto de mira exclusivamente en la Digitalización, sin atender a la vez, o previamente, a su profesionalización están cometiendo un gran error.

Cuando la política de la digitalización se centra en dar ayudas y subvenciones a diestro y siniestro, en repartir el dinero de nuestros impuestos en ayudas a la digitalización por la digitalización, se equivocan, y solo se va a conseguir que las empresas busquen el dinero de la subvención, de la ayuda, comprando y adquiriendo herramientas digitales y aplicaciones que no necesitan, que no sabrán usar, que, por tanto, no valorarán y que no se utilizarán o se utilizarán en porcentaje muy mínimo de su potencial.

Mi opinión es que tenemos que centrar el tiro en la profesionalización de la empresa, en la formación empresarial, en la formación de los propietarios de las empresas, en dotarles de las habilidades, de las capacidades de gestión empresarial que indirectamente les lleve a darse cuenta de que la digitalización de la empresa es una herramienta básica e imprescindible para obtener los objetivos que en cada caso se marquen.

La gestión profesional de la empresa implica el análisis en profundidad de la empresa, el cuestionamiento de la forma de trabajar, de los procesos que se están realizando, la valoración de éstos y un replanteamiento de los mismos. El diseño y puesta en marcha de planes empresariales, el seguimiento de su cumplimiento y un análisis constante de su evolución, su cuestionamiento, su rediseño y su actualización.

Todo este proceso de profesionalización de la gestión implica la necesidad de contar con información, interna y externa, el manejo de datos reales, a ser posible, en tiempo real, su gestión, análisis y automatización que permita una toma de decisiones rápidas, ágiles y precisas, casi quirúrgicas, sobre los problemas o ineficiencias detectadas. Decisiones tendentes a maximizar beneficios, a conseguir una empresa más competitiva, más rentable, más productiva, racionalizando la producción, permitiendo el control de costos  con un establecimiento de los precios más ajustado y dinámico, a gestionar de forma óptima el stock,  a mejorar la calidad del producto o servicio, su trazabilidad, a optimizar la relación con los clientes, a supervisar en tiempo real la gestión financiera, etc. etc.

La obtención y procesamiento de la información y datos necesarios e imprescindibles para la toma de decisiones y la planificación de los objetivos, de los fines que la gerencia se vaya marcando en cada momento conlleva la necesidad de la DIGITALIZACIÓN DE LA EMPRESA. Por tanto, la DIGITALIZACIÓN (ahora ya con mayúsculas) debe ser y será la consecuencia directa de la profesionalización de la empresa en todas sus facetas. Una gestión profesional necesita dotarse de los instrumentos y herramientas necesarias para su funcionamiento y la herramienta perfecta para ello es la DIGITALIZACIÓN.

Por el contrario, la digitalización de la empresa, sin que ésta previamente sienta su necesidad derivada de una profesionalización de la gestión, no mejorará la situación de la empresa, al contrario, se verá como un obstáculo, como una obligación más que cumplir más en su día a día.

En mi opinión, por tanto, deberíamos hacer más hincapié en la profesionalización y en la formación de la empresa, de sus dirigentes y trabajadores, que, en la digitalización, puesto que la primera inexorablemente conlleva la segunda, pero la segunda en pocos casos implica, ni conlleva, la primera.